¡Mirad qué regalitos más bonitos hemos hecho con los niños de tres años para sus papás!. Les ha encantado tocar la arcilla y ver que al apretarles la mano contra ella quedaba su huella marcada. ¡Qué bonitas esas manos tan chiquititas todavía!. Estuvimos dudando si la debían pintar o no, pero finalmente nos gustó ese aspecto natural de la arcilla. Y así las dejamos:
Seguro que a los papás les ha encantado. Además también pintaron el papel de regalo que empleamos para envolverlas, pero eso os lo enseño en otra entrada...
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